domingo, 5 de septiembre de 2010

HONG-KONG Y FIN DEL VIAJE







De Hong-Kong me gusta todo. Es una gran urbe pero sin la xafugor de Shanghai y sin la contaminación de Pekín. Tiene espacios verdes en el mismo centro de la ciudad, como por ejemplo Victoria’s Peak. Desde esta montaña hay unas panorámicas impresionantes de la ciudad (lástima que los días no son muy claros) y se puede hacer todo el trayecto andando o subir en funicular. Una vez en la montaña, la vegetación es tan abundante que parece una selva. Para ver la ciudad por la noche, la mejor opción es pasear a lo largo de la avenida de las estrellas, que es una réplica del paseo de la fama de Hollywood, pero más corto y con actores chinos. Desde aquí (Kwoloon) se ve la isla de Hong-Kong y es un espectáculo ir al atardecer y ver cómo se encienden las luces de los edificios.
Subimos desde Central hasta el Soho en la mid-level escalator, que es la escalera mecánica más larga del mundo, y tardamos 20 minutos en llegar hasta el final. Después hay que bajar a pie porque sólo hay una y es de subida entre las 10 y las 22 h. Si quieres bajar, el horario es de 6 a 10 de la mañana.
Justo al lado de nuestro hotel había una biblioteca con servicio wi-fi, y en la ciudad había muchos hotspots por todas partes. En el metro de camino al aeropuerto, que va por debajo del agua,¡¡¡también tenía conexión!!! Era el paraíso, sobre todo si tienes un nuevo ipod (je,je)…vamos, igual que aquí, que te acercas a Sants con el tren y toma blackout…
Lo único que no nos gustó de Hong-Kong es que era nuestra última parada. Después de 3 días volamos con Qatar Airways (la mejor con la que hemos volado), 7 horas hasta Doha, 3 de escala y 7 más hasta Barcelona…nada, para ir yo bien despierta al día siguiente a trabajar…
En estos 2 meses hemos cruzado la frontera de 5 países, hemos pagado con 5 monedas diferentes, hemos vivido en 15 ciudades diferentes y en tierra de nadie en Mongolia, hemos conocido a tantas personas que nos hicieron el viaje mucho más fácil, divertido e intenso, hemos vivido tantas experiencias nuevas que hacen que te mires por dentro, que da igual lo que nos pase a lo largo de nuestra vida, no olvidaremos nunca ni el más mínimo detalle del verano del 2010.

jueves, 2 de septiembre de 2010

MACAO… MARAVILLAOOOO…

Las calles del centro de Macao me recuerdan al centro de Oporto, con los mosaicos en las aceras, subidas y bajadas, y pastelerías por todos sitios. Es curioso porque todo está rotulado en chino, portugués e inglés desde que entras en la frontera. No es necesario un visado para entrar, puedes quedarte 3 meses sin hacer ningún trámite, y la moneda oficial es la pataca. Macao atrae mucho turismo básicamente por los casinos. Están intentando hacer “Las Vegas” asiática y la verdad es que lo están consiguiendo. Las dos islas que están al sur de Macao, Taipa y Coloane tienen el litoral como el de Benidorm: una pena. Coloane fue refugio de piratas hasta el siglo pasado, y está un poco mejor conservada que Taipa. Hemos comido en la plaza de pueblo y ya nos vamos haciendo a la idea de que los precios se acercan a los nuestros. Hasta ahora, en Mongolia y China, nos hemos acostumbrado a comer por 3 euros los dos, o a pagar 20 céntimos por una botella de agua. Hoy ya nos han clavado 10 euros por la comida. Bueno, mañana nos vamos a Hong-Kong, así que allí supongo que será peor…oh my god! Que estamos ya casi sin un euro! Aunque eso no es lo peor…lo peor es que sólo nos quedan 4 días…
Por cierto, lo mejor de Macao, las ruinas de Sao Paulo, la fortaleza y callejear. También la antigua zona de casinos por la noche, con el Casino Lisboa como referencia está muy bien. Lo peor, aparte de Taipa, es que conducen como los británicos y cada vez que cruzo la calle porque no viene ningún coche oigo el super frenazo del que casi me atropella porque claro, vienen por el otro lado .